La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial que puede prevenirse, sobre todo desde temprana edad.
Es un proceso que suele iniciar en la infancia y la adolescencia que se establece entre la ingesta y el gasto energético.
Existen 2 factores principales que propician el sobrepeso en los infantes: la mala alimentación y un ritmo de vida sedentario. El padecimiento de la obesidad en los niños les provoca daños físicos, así como emocionales.
Actualmente México ocupa el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil con un 32.8 por ciento, siendo la Ciudad de México la entidad con más niños con sobrepeso en el mundo.
Entre las afectaciones que enfrenta la población infantil se encuentran:
- Diabetes
- Apnea
- Presión alta
- Transpiración excesiva
- Dificultad para respirar
- Depresión
- Aislamiento
- Agresividad
- Inseguridad
- Baja autoestima
Para prevenir la obesidad en la temprana edad, se debe promover un estilo de vida activo, con actividades físicas, comer en familia, optar por alimentos saludables y realizar chequeos periódicos de salud para descartar que existan otros factores físicos que estén causando el aumento de volumen en el infante.