La obesidad es una condición presente en todas partes del mundo, afectando a gran parte de la población sin importar sexo, situación económica o edad.

La obesidad en los adolescentes se ha incrementado del 5 al 16% en los últimos 30 años, generando graves trastornos en la salud. Se asocia directamente con la diabetes tipo 2.

Aproximadamente un 97% de los obesos adolescentes tienen más de cuatro factores de riesgo en enfermedades cardiovasculares, triglicéridos elevados, hipercolesterolemia e hipertensión arterial.

Otras afectaciones a su calidad de vida son la apnea del sueño, rechazo social en la escuela, así como alteraciones músculo esqueléticas, reflujo gastroesofágico, amenorreas y hasta tumores cerebrales.

Estudios de seguimiento han demostrado que entre el 42 y el 77% de los adolescentes que son obesos, permanecerán en esta condición en la vida adulta, con un riesgo relativo de 4 a 6.5 veces, además de que la perspectiva de vida se reduce en más de 20 años. Aunado a esto, si alguno de los padres es obeso, se incrementa hasta el 80% la posibilidad de ser en el futuro un adulto obeso.

Debido a esta situación y en base a los resultados obtenidos con cirugía bariátrica en los adultos, desde hace varios años se comenzó la aplicación de esta técnica en adolescentes.

El incremento de la obesidad es un problema de salud en el mundo; se debe insistir en la prevención, ya que los métodos conservadores permiten obtener resultados muy limitados y dado que la expectativa de vida y la mortalidad en los adolescentes se ve afectada por las enfermedades asociadas o comorbilidades.

Hoy por hoy la esperanza de vida para el adolescente obeso es la cirugía bariátrica, particularmente porque permite en un gran porcentaje no sólo reducir su exceso de peso, sino controlar la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, así como otros factores de riesgo para afección cardiovascular, músculo-esquelética, psicológica y de calidad de vida entre otros.

Fuente: HIMFG

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