La obesidad comúnmente se asocia con diversas condiciones médicas, pero en pocas ocasiones se le relaciona con problemas psicológicos.
Depresión, ansiedad, auto concepto, personalidad, psicopatologías, entre otras condiciones pueden influir para que el paciente sea propenso a adquirir hábitos que propicien un aumento de peso.
Diversos estudios sobre enfocados en obesidad y depresión en mujeres, hombres y adolescentes, han detectado que las mujeres suelen tener un aumento en su índice de masa corporal debido a un mayor número de síntomas depresivos que los hombres, además que el padecer de depresión en la adolescencia, aumenta el riesgo de que la persona sufra de obesidad en la adultez joven.
Algunos métodos de evaluación psicológica para los pacientes obesos son el apoyo social, actividad física, ajuste psicológico, habilidades sociales, calidad de vida, hábitos alimenticios, entre otros.
Debido a que aún no se detecta un perfil de personalidad especifico de los pacientes con obesidad, la psicología bariátrica es una especialidad de mucha utilidad y necesaria para los pacientes, atendiendo sus necesidades particulares en búsqueda de ayudarlos durante todas las etapas del tratamiento.
La psicología bariátrica ayuda a los pacientes a tener una mejor adaptación a su entorno familiar, social, laboral y sexual, así como mejorar su estilo de vida y cambiar los hábitos negativos que lo condujeron a la obesidad.
Fuente: Medigraphic