Uno de los padecimientos directamente relacionados con la obesidad es la diabetes.

La diabetes es en realidad un grupo de afecciones diferentes que provocan un incremento considerable en los niveles de glucosa en la sangre.

Esto se debe en parte a que el páncreas no puede elaborar insulina, o la insulina que produce no es suficiente, y no puede operar en forma apropiada. Cuando la insulina no hace su trabajo, la glucosa se acumula ocasionando problemas de salud en el individuo.

Nuestro cuerpo necesita a la glucosa debido a que es su principal fuente de energía. Esta se produce a partir de los alimentos que contienen carbohidratos como el pan, cereal, arroz, pastas, papas, leche, yogurt y frutas.

La sangre transporta la glucosa por todo el cuerpo; su nivel no debe ser ni muy alto ni muy bajo. Cuando la glucosa supera un nivel determinado, parte de ella debe salir del torrente sanguíneo y entrar en los tejidos corporales para suministrar la energía que las células necesitan para mantener el organismo funcionando correctamente.

La insulina es una hormona fabricada por el páncreas, una glándula ubicada justo debajo del estómago. Esta hormona es como una llave que abre las “puertas” de las células del organismo (los canales de glucosa) y le permite a la glucosa trasladarse desde la sangre hacia el interior de las células, donde se utiliza como energía. Este proceso se denomina metabolismo de la glucosa.

Cuando la insulina no hace su trabajo, los canales de glucosa se mantienen cerrados. La glucosa se acumula en la sangre y esto lleva a niveles altos de glucosa en sangre que ocasionan los problemas de salud relacionados con la diabetes.

Existen dos tipos principales de diabetes:

Tipo 1

Esta afección solía llamarse diabetes insulinodependiente o diabetes juvenil. Sin embargo, esto creaba confusión ya que muchas personas maduras con diabetes tipo 2 necesitan insulina para controlar bien su diabetes.

En la diabetes tipo 1, el páncreas no puede producir suficiente insulina porque las células que la fabrican han sido destruidas por el propio sistema inmunológico del organismo.

Esta insulina debe reemplazarse. Por lo tanto, las personas con diabetes tipo 1 deben tomar insulina todos los días para mantenerse con vida. En la actualidad, la insulina sólo puede administrarse por inyección o bomba de insulina.

Tipo 2

Solía llamarse diabetes no insulinodependiente o diabetes de adulto. Por lejos, es la forma más frecuente y afecta a entre el 85% y el 90% de las personas con diabetes.

La diabetes tipo 2 es una enfermedad relacionada con el estilo de vida y está fuertemente vinculada con la presión sanguínea alta, niveles anormales de lípidos en sangre y el clásico cuerpo “en forma de manzana”, con exceso de peso en la zona de la cintura.

Las personas con diabetes tipo 2 en general son resistentes a la insulina. Esto significa que el páncreas fabrica insulina, pero la insulina no trabaja tan bien como debiera. La reacción del páncreas es esforzarse para fabricar más insulina. Finalmente, no puede fabricar suficiente para mantener el equilibrio de glucosa correcto, y los niveles de glucosa en sangre aumentan.

Adoptar un estilo de vida saludable puede demorar la necesidad de tabletas y/o insulina. Sin embargo, es importante saber que si necesita tabletas o insulina, esto no es más que la evolución natural de la enfermedad. Si se toman tabletas o se administra insulina tan pronto como sea necesario, se pueden reducir las complicaciones causadas por la diabetes.

Fuente: Diabetes Australia

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